Jornada ESI 24 de junio 2020
Violencia de género
2° Ciclo
Jornada de
Reflexión de ESI- (en contexto de Pandemia)
Lineamientos
curriculares de ESI:
*La lectura de
obras literarias de tradición oral y de obras literarias de autor, para
descubrir y explorar una diversidad de “mundos” afectivos, de relaciones y
vínculos interpersonales complejos, que den lugar a la expresión de emociones y
sentimientos.
• La lectura de
libros donde se describa una diversidad de situaciones de vida de varones y
mujeres y se trabaje la complejidad de sentimientos que provoca la convivencia
Las marcas de la iniciación en los
rituales
Actividad 1: Un primer recorrido por
relatos “verdaderos”
De esos relatos“verdaderos”, elegimos compartir dos textos, presentados
por Anne Chapman en su obra Los Selk’nam3 . El primero cuenta la ceremonia del
“hain” que debían atravesar los jóvenes selk´nam —también conocidos como onas—,
uno de los pueblos originarios que habitaba Tierra del Fuego en la época en que
Fernando de Magallanes navegó por el estrecho que une los océanos Atlántico y
Pacífico. El segundo se refiere a las jóvenes mujeres de la misma comunidad.
Primer texto disparador para la
reflexión:
La
iniciación en los varones: la organización de la ceremonia del hain “Para el
hombre joven, la ceremonia del hain no sólo era un rito de iniciación, sino
también una prolongada experiencia educativa. Durante la ceremonia, era un
novicio o klóketen; después, pasaba a ser un adulto o maars. Todo joven, sin
excepción, tenía que ser iniciado en el hain. Si los mayores no estaban
satisfechos con los resultados obtenidos después del primero o segundo hain, un
joven podía ser obligado a ser klóketen hasta dos y tres veces. En un caso
extremo, tres hain significaban un lapso de cinco años, posiblemente más, según
la frecuencia con que lo celebraban y su duración, pero un hombre no podía
casarse hasta que se había ´graduado`. No sin razón, los últimosselk´nam
hablaban del hain como el ´colegio`. En tiempos pasados, la edad ideal de un
klóketen variaba entre los diecisiete y los veinte años, porque se requería del
novicio resistencia física, poder de concentración y cierto grado de madurez.
Durante el hain de 1923, los dos consejeros , Tenenésk y Halimink, le
comentaron a Martín Gusinde5 lo cruel y severo de la prueba que ellos habían
tenido que soportar cuando fueron klóketen. Ese año, Gusinde observó que los
hombres mostraron mucha indulgencia con los klóketen inmaduros, tanto mental
como físicamente, porque sólo tenían catorce y dieciséis años. Los mayores
discutían sin tregua si un joven estaba o no suficientemente maduro para
soportar las pruebas y mortificaciones que infligían a los klóketen. Gusinde
cita la clase de examen que se hacía al candidato: ´Primero observamos muy
cuidadosamente si el muchacho sabe callar, si muestra poder de reflexión y si
ya ha dejado de lado la charlatanería de los niños. Si aún nos parece
atolondrado y excesivamente locuaz, lo posponemos por algunos inviernos, hasta
que nos pueda ofrecer la seguridad de guardar el secreto`. Una vez elegidos y
antes de comenzar la ceremonia, los candidatos eran enviados, solos o en grupos,
al bosque. Lucas Bridges escribe que los hombres mandaban a los jóvenes a
cierto paraje donde encontrarían un guanaco recién muerto colgado de un árbol,
fuera del alcance de los zorros, o en el fondo de un charco, envuelto en una
bolsa de cuero con piedras para evitar que flotara. Si el guanaco pesaba mucho,
no se los obligaba a cargar el animal entero, pero sí a regresar por una ruta
determinada, larga y difícil. Para cerciorarse de que sus órdenes eran
cumplidas, uno de los mayores los seguía, sin dejarse ver. Antes de partir, a
los candidatos se les advertía que si encontraban al espíritu Short, no le
dispararan sus flechas porque era invulnerable y porque, además, bastaría con
que le apuntaran para que él los matara. Lo mejor que podían hacer era
refugiarse en un árbol, ya que al espíritu no le gustaba treparse a ellos.
Bridges observa que: ´La verdadera finalidad de estas expediciones era probar
el coraje de los klóketen`. Asimismo, a cada candidato se lo enviaba a cazar
solo por varios días, y hasta semanas, y se lo prevenía contra el temible Short.
Durante ese tiempo, el joven vivía en el bosque, como mejor podía, durmiendo,
encendiendo el fuego y cazando siempre solo. Entre tanto, uno de los mayores se
disfrazaba de Short y alcanzaba al novicio en el bosque, para sorprenderlo
cuando le resultara más aterrador. Amenazaba agredirlo y, a veces, llegaba a
golpearlo con una antorcha encendida. Cuando el joven volvía al campamento y
contaba lo que había pasado, los mayores fingían horrorizarse y aparentaban un
gran temor, buscando aumentar así el miedo del candidato. [...]
Cuando
el joven ingresaba al hain y se convertía en klóketen, se desligaba del mundo
de las mujeres y de los niños hasta el fin de la ceremonia. A la madre le
afligía mucho cuando el hijo se internaba en el hain, ya que pasaría muchos meses
y posiblemente más de un año sin verlo. Cuando la ceremonia había terminado y
él regresaba, ya no era un niño: no sólo se había enterado del ´secreto`, lo
que lo introducía en un mundo exclusivamente masculino, privándolo de su
espontaneidad, sino que también había soportado hambre, fatiga y humillaciones.
Ya no se sentía como un niño. [...] Esa transición a la madurez puede
apreciarse mejor a la luz de las exigencias que pesaban sobre la población
masculina, en particular, con respecto a la caza del guanaco. Era sin duda una
tarea ardua y extenuante, aunque los hombres lo hacían con gran pasión.”
ANNE
CHAPMAN Los Selk´nam. La vida de los Onas. Buenos Aires, Emecé, 1986 (pp.
137-139)
Segundo texto:
El rito de la pubertad femenina “En
contraste con el rito masculino de iniciación, el de las mujeres era sencillo.
Cuando una joven comenzaba a menstruar, la confinaban en su vivienda durante
cinco o seis días, lapso en el que, sentada delante del fuego y silenciosa, era
prevenida e instruida por mujeres mayores. No debía hablar, jugar, reír ni
alejarse de su hogar, pero sí escuchar con atención los consejos que le daban.
Nunca la dejaban sola; su madre y las vecinas, por lo general parientas, le
hacían compañía constantemente. A los niños o niñas no se les permitía entrar
en su vivienda. Cada mañana de los primeros cinco días, la madre o una vecina
le pintaban la cara con dibujos de finas líneas blancas que partían desde
debajo de sus ojos y se extendían por sus mejillas como rayos. El primer día le
estaba prohibido comer, sólo podía beber agua, y en poca cantidad .Al día
siguiente, le ofrecían unos hongos o trozos de pescado o de grasa. El tercer día
se le permitía comer carne; y en el cuarto o quinto, su dieta se volvía normal.
Aunque su aislamiento durara sólo cinco o seis días, durante las siguientes
tres o cuatro semanas debía mostrarse recatada y poner especial diligencia en
su trabajo. Su madre y otra parienta la aconsejaban con gran detalle sobre la
conducta que se esperaba de ella como adulta. Se le prevenía, sobre todo, que
debía estar dispuesta, rápida, y perseverante en el desempeño de tareas tales
como la recolección de leña, la provisión de agua, la atención del fuego, la
preparación de cuero, el cosido de mantos y la confección de canastas. Cada
mañana tendría que lavarse, arreglar su pelo y pintar su cuerpo con arcilla
roja (ákel). En otras palabras, se le advertía que fuera en todo momento
atractiva, trabajadora y silenciosa. Como probablemente iba a casarse en un
futuro próximo, se la exhortaba a obedecer a quien fuera su marido y evitar
discusiones. Pero, aun después del casamiento, seguiría respetando y
obedeciendo a su padre y manteniendo buenas relaciones con su propia familia.
Con los visitantes habría de mostrarse generosa y ayudar a los necesitados
voluntariamente, sin que se lo pidieran. Ángela decía que la madre
advertía a su hija que no abandonara a su marido si este la trataba bien; pero
que si él la trataba mal y ella resolvía escapar para volver a su familia,
debía hacerlo de manera de no ser atrapada, porque entonces el esposo podría
matarla. La madre y otras mujeres explicarían cómo era un nacimiento, cómo se
cuidaba a un recién nacido y todo lo concerniente a su vida como esposa y
madre. Se le prevenía que no cediera a las atenciones de otros hombres, porque
el hijo gestado fuera del matrimonio quedaría sin padre. Después de la llegada
de los blancos, a las jóvenes se les aconsejaba que evitaran tener relaciones
sexuales con ellos, porque las abandonarían luego, con sus hijos. Según se
sabe, esto fue cierto en la mayoría de los casos. La violación, el rapto y la
seducción de mujeres selk´nam por hombres blancos resultaron frecuentes a fines
del siglo pasado, cuando la cultura indígena se desintegraba.”
ANNE CHAPMAN Los Selk´nam. La vida de los Onas. Buenos Aires, Emecé,
1986 (pp. 136-137)
La lectura de los textos,
seguramente, ocasionó una serie de
comentarios espontáneos:
¿Te animás a responder estas
preguntas?
• ¿Qué diferencias existen entre los rituales de varones y mujeres en
la sociedad selk´nam?
• ¿Qué rol juegan los adultos en
esos ritos de pasaje?
• ¿Qué ritos de pasaje existen hoy en nuestra comunidad?
• ¿Qué diferencias hay entre los ritos de pasaje para varones y mujeres
en la actualidad? • ¿Qué características tienen y qué significados se les
atribuye?
• ¿Qué rol tienen hoy los adultos en ellos?
Actividad 2: La
realidad y sus relatos posibles.
Observá esta
apreciación:
Es posible detenerse en dos características que aparecen en el relato de
los onas: las figuras iniciáticas y la ceremonia secreta. Efectivamente, toda
iniciación parece estar marcada por reglas o juegos que se comparten en un
grupo reducido, con la presencia de los adultos como iniciadores, la
transmisión y la recepción del bagaje cultural.
Relevar estos aspectos nos puede ayudar a conversar sobre cuáles son
los ritos que tenemos en nuestra cultura, cómo son vividos por los y las
jóvenes, quiénes están habilitados y habilitadas para participar, quiénes son
los referentes (personas adultas o instituciones).
Vamos más allá y nos
planteamos…
*¿Qué ocurre cuando
esos ritos de iniciación que aún en nuestra cultura persisten, se ven
perturbados?
*¿Qué problemática podría acarrearse cuando el núcleo parental se
ve desintegrado?
*¿Qué ocurre con ese
niño/a que crece, cuando los roles parentales se ven desvirtuados? ¿Qué factores
creés que influencian para que así se perpetúen?
* Los mitos, tradiciones, imperativos morales diversos, preceptos
religiosos y discursos provenientes de miembros reconocidos y legítimos de la sociedad;
todos ellos, muchas veces, contradictorios entre sí ¿afectan del mismo modo a las mujeres que a
los varones? ¿Se producen situaciones de discriminación? ¿Cuáles? ¿A quiénes
involucran?
* En ocasiones, los sesgos de
la víctima y de su entorno hacen que no sea fácil detectar el maltrato. Existe el mito de que el maltrato solo se da en familias
desestructuradas, en la que existe consumo de drogas o en familias de pocos
recursos y con poco nivel educativo. En realidad es posible observar la violencia
de género en situaciones muy diversas independientemente del nivel
socioeconómico o del tipo de familia.
¿Podrías mencionar qué tipos de
violencia de género se reconocen? ( buscá por internet o bibliografía
ampliatoria)
¿Qué mensaje le darías a alguien que está pasando por una situación de
violencia de género?
A continuación te dejo información útil para que la puedas compartir:
ile:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Downloads/violenciagenerodigi_nov2019.pdf
Hasta aquí trabajamos en una primera etapa de investigación sobre el tema
de violencia de género y sus implicancias, en una próxima jornada nos
aventuraremos a la investigación más profunda sobre el tema.
Profesora Romina- 2do ciclo
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